Los controles del pediatra al niño sano
El primer control se realiza en el propio paritorio. Después, durante las primeras veinticuatro horas de vida para comprobar la adaptación del bebé fuera del útero. En la exploración del día del alta, el pediatra comprueba que todo sigue bien: cómo se ha establecido la lactancia materna, cómo va el cordón umbilical y la posible existencia de alguna alteración u otras variantes normales del recién nacido.
Si todo va bien se realiza otra visita a partir de la primera semana de vida, después de que la madre haya pasado en casa unos días con el niño, sin la ayuda especializada que le proporcionaban en la Maternidad la matrona o la enfermera. Así se dará cuenta de los 'problemas normales' que puede presentar el cuidado del bebé que le resolvían en la Maternidad si ella no sabía cómo. Lo recomendable es llevar anotadas las dudas y preguntas para no dejar nada en el aire y que, de vuelta a casa, surjan dudas.
En esta visita se suele realizar la segunda parte de la prueba para detectar las metabolopatías (pinchazo en el talón); se explora de nuevo al niño y se aclaran las preguntas de la madre. Al cumplir el primer mes se recuerdan los datos anteriores y se comprueba el mantenimiento de la lactancia materna, el ritmo sueño -vigilia-, el ritmo intestinal y la integración del bebé en la familia. Es el momento de concretar las pautas de alimentación, el calendario vacunal y los cuidados generales.
A partir del mes de vida, en un niño sano, las visitas al pediatra deben ser:
- Durante el primer semestre: una vez al mes
- Durante el segundo semestre una vez cada dos meses
- Durante el segundo año de vida cada tres meses
- Del segundo al quinto año cada seis meses
- A partir de los cinco años, una vez al año
Si solamente se visita al pediatra cuando el niño está malo por una diarrea, un catarro o cualquier otra enfermedad, es difícil llegar a saber que una de las facetas más importantes de la pediatría es la prevención y anticipación de los problemas ayudando al niño y a la familia mediante las pautas y consejos de lo que se denomina cuidado del niño sano.
En estas visitas de niño sano, el pediatra valora el crecimiento y los progresos (desarrollo) del bebé o del niño e indica los cambios en la alimentación y las vacunaciones según el calendario. De acuerdo con la edad del niño. se hacen recomendaciones para un mejor cuidado y se dan consejos para evitar problemas inmediatos (accidentes, intoxicaciones) o futuros (obesidad, arterioesclerosis) que se pueden prevenir desde la infancia.