La Celiaquía es una enfermedad
autoinmune que se caracteriza por una inflamación crónica de la parte
próxima del intestino
delgado, causada por la exposición a la gliadina, una proteína vegetal de algunos cereales en la dieta.
La gliadina es uno de los componentes del gluten (proteína presente en el trigo, la cebada, el centeno, la avena). Al ser expuesta a la gliadina, el sistema
inmune del individuo hace una reacción cruzada en contra del intestino delgado, causando una reacción inflamatoria que causa atrofia de
las vellosidades que recubren el intestino e interferencias en la absorción de
nutrientes.
En condiciones normales todo
alimento ingerido debe pasar por un proceso de digestión que lo degrade en
partículas más pequeñas para que éstas puedan ser luego absorbidas. Esta
absorción de alimentos tiene lugar en el intestino delgado y para que esto sea posible
es necesaria la existencia de vellosidades que, a su
vez, podríamos comparar con raíces microscópicas que cuelgan en el interior del
intestino. Su papel en la absorción es similar a la que realizan las raíces de
los árboles siendo la longitud de éstas esencial para que dicha absorción se
produzca en mayor o menor grado. Cuando la longitud de la vellosidad se acorta,
la absorción se reduce y la nutrición de la persona queda comprometida.
Es un trastorno que aparece
en personas genéticamente predispuestas, de todas las edades a partir de la infancia. Los síntomas incluyen diarrea crónica,
retraso del crecimiento y/o del desarrollo infantil, fatiga, erupciones en la
piel, pérdida de peso, cambios en el carácter, vómitos y vientre hinchado,
aunque estos síntomas pueden estar ausentes y aparecen de vez en cuando, estos
síntomas pueden aparecer en cualesquiera de casi todos los órganos y sistemas
del cuerpo.
Se estima que la enfermedad
afecta a 1 cada 168 personas, aunque se piensa que es una enfermedad
considerablemente sub-diagnosticada, por cada diagnosticado hay 8 que aún no lo
saben. Como resultado de exámenes precoces, se está observando un número
creciente de diagnosticados asintomáticos. El único tratamiento eficaz
es el cambio a una dieta por vida libre de gluten y permitir la regeneración de
las vellosidades intestinales.
Se puede
presentar en cualquier etapa de la vida.
"Un niño celíaco sin tratar puede presentar apatía (desinterés
o decaimiento) con irritabilidad y llanto fácil. Esto sin embargo puede
desaparecer una vez iniciado el régimen sin gluten".
Se suele
diagnosticar en la infancia con mayor frecuencia, pero en países desarrollados
se diagnostica cada vez más en adultos. Para
que se desarrolle la enfermedad es preciso que exista una predisposición
genética y un disparador. En el caso de las mujeres el disparador puede ser el
primer parto y en los hombres cualquier intervención quirúrgica abdominal. Es una
enfermedad de origen genético pero no hereditaria. Sin embargo, el hecho de que
una persona padezca la enfermedad hace que aumenten las probabilidades de que
sus familiares la padezcan, en comparación a la población en general.
Se trata de una enfermedad crónica.
La mayoría de
los pacientes mejoran de sus síntomas cuando ingieren una dieta
sin gluten, pero algunos pacientes sufren de una celiaquía refractaria, que es
debida en muchos casos a una gran sensibilidad al gluten, incluso cuando éste
se encuentra en cantidades muy pequeñas en la dieta. En la elaboración
industrial de muchos alimentos se añade gluten como espesante o gelatisante que
puede ocasionar síntomas a los pacientes que padecen esta enfermedad.
Tipos de Celiaquía:
* Celiaquía clásica: Donde predominan los
trastornos intestinales, es la más fácil de detectar y constituye la punta del
iceberg celíaco.
* Celiaquía potencial: Comprende a las
personas que tienen predisposición genética (familiares en 1º celíacos),
presentan alteraciones inmunitarias pero las vellosidades de su intestino están
intactas.
* Celiaquía silente: La sintomatología es
prácticamente nula pero los enfermos tienen alterada la mucosa yeyunal (atrofia
en las vellosidades). Presentan marcadores serológicos positivos y HLA- DQ2/DQ8.
* Celiaquía latente: Los enfermos no tienen
síntomas, en general se trata de personas con predisposición genética . Pueden
desarrollar la enfermedad de manera súbita. Esta tipología es la más difícil de
diagnosticar.
* Celiaquía refractaria: La dieta libre de
gluten no elimina los trastornos intestinales, estos enfermos tienen solo 50%
de supervivencia ya que la predisposición a desarrollar procesos neoformativos,
como el linfoma intestinal e infecciones concomitantes es muy alta.
Síntomas:
* Pérdida de las
vellosidades normales del intestino delgado, con la consiguiente disminución de
la superficie de absorción de nutrientes.
* Importante mejoría
cuando se retira el gluten de la dieta.
* Síndrome de
malabsorción intestinal debido a la
diarrea en el 50% de los pacientes.
* Carencias nutritivas de
hierro, vitamina B12, vitamina D.
* Aumento del riesgo de
desarrollar un linfoma de células T, en los casos no tratados.
* Predominio de la
enfermedad en la población del norte de Europa.
* Dermatitis
herpetiforme.
* Distensión abdominal,
esteatorrea y desnutrición.
* Talla baja (afecta el
crecimiento en los niños no tratados).
* Dolor abdominal
recurrente.
* Diarrea, vómitos.
* Vientre hinchado.
* Erupciones en la piel.
* Fatiga habitual.
* Depresión.
* Irritabilidad.
* Trastornos
psiquiátricos.
* Retardo de menarquia (mujeres).
* Infertilidad.
* Aborto repetido.
* Osteopenia del adulto (5% de ellas corresponden a
enfermedad celíaca).
Además, la mala absorción de alimentos
puede originar:
* Anemia:
glóbulos rojos escasos o de mala calidad en la sangre. Predomina la anemia de
tipo carencial o ferropénica y la megaloblastica por deficiencia de vitamina
B12.
* Raquitismo: huesos mal calcificados y que crecen mal por falta
de vitamina D. En los adultos se tiene más frecuencia de osteoporosis.
* Calambres musculares por
falta de calcio.
* Piernas y cara
hinchadas. Esto se llama edema y se debe a la falta de proteínas en la sangre.
* Otros órganos que pueden
dañarse son los siguientes: dientes, páncreas, hígado y tiroides.
En Argentina, existen dos asociaciones:
ACA (Asociación Celiaca
Argentina)
ACELA (Asistencia al Celiaco de Argentino).
Desde mayo de 2010, está en vigencia la Ley
Celíaca Argentina con la implementación del nuevo Logo.