jueves, 7 de junio de 2012

BRONQUIOLITIS EN NIÑOS Y BEBÉS


Bronquiolitis Infantil, Causas y 

Tratamiento

La bronquiolitis en niños y bebés es una enfermedad respiratoria aguda, frecuente en los primeros años de vida, en la que se afectan los bronquíolos, la parte terminal de los bronquios. Varios estudios que demuestran que la incidencia anual de la bronquiolitis infantil varía entre el 7 y el 20 por ciento, pero su presencia por hospitalización se estima entre el 1 y el 3 por ciento. Para prevenir esta enfermedad en bebés y niños, los pediatras hacen hincapié en la lactancia materna prolongada.   

Los síntomas de la bronquiolitis en niños y bebés

La bronquiolitis en niños y bebés cursa igual que un cuadro catarral con tos y mocos; posteriormente, afecta a los bronquiolos manifestándose clínicamente en forma de dificultad respiratoria. El niño, probablemente, tendrá la nariz con mucha mucosidad y fiebre baja durante dos o tres días. Luego, es probable que empiece a toser, a respirar rápido y con dificultad, y a presentar sonido de silbidos en el pecho durante otros dos o tres días.

Causas de la bronquiolitis

Es una infección de los bronquios causada por varias clases de virus, por tanto, está considerada como una enfermedad contagiosa. El virus que causa esta enfermedad frecuentemente es el llamado Virus Respiratorio Sincitial (VRS), que causa esta infección en el 75 por ciento de las veces. Produce un cuadro catarral inicial y, poco tiempo después, desciende hasta los pulmones dañando a los bronquios. Se dice que solo afecta a niños de menos de uno o dos años por que en ellos la parte terminal de los bronquios es lo suficientemente pequeña como para obstruirse en presencia de inflamación, impidiéndose el paso adecuado del aire. 
Durante el invierno y principios de la primavera, la bronquiolitis es una de las patologías más habituales entre los niños. Alrededor del 70 por ciento de los lactantes menores de 12 meses son infectados por el VRS durante su primer año de vida y el 22 por ciento desarrolla una enfermedad sintomática. 

Tratamiento de la bronquiolitis en niños y bebés


El diagnóstico se realiza mediante la auscultación de los pulmones. En casa, es importante mantener al niño bien hidratado, con humedad ambiental, lavados nasales frecuentes y aspiración de secreciones con perilla de goma. Resulta útil colocar al niño en la posición de medio incorporado (para facilitar la respiración) y la fisioterapia (palmaditas en la espalda y en el pecho) para movilizar las secreciones de moco en los bronquios. La bronquiolitis tiene una duración de una semana aproximadamente.
Mantener una hidratación adecuada para eliminar las secreciones, ofreciendo líquidos por vía oral con frecuencia, y mantener una buena permeabilidad nasal con suero fisiológico y aspirar secreciones es importante para tratar la bronquiolitis. No se recomienda el uso de antibióticos de manera rutinaria en niños diagnosticados de bronquitis aguda, ya que no previenen ni disminuyen la severidad de las complicaciones bacterianas.
El humo del tabaco es muy dañino para estos niños, por lo que los padres deberán de abstenerse de fumar delante de ellos. Diversos estudios han demostrado que una función pulmonar anómala puede prolongarse hasta 18 meses en los casos de niños con madres fumadoras. De hecho, el 63 por ciento de niños asmáticos viven en hogares con padres fumadores, hasta el 50 por ciento de la población pediátrica es fumadora pasiva. 

Consejos contra la bronquiolitis en niños y bebés

Para el tratamiento de la tos, los expertos recomiendan una hidratación oral abundante con líquidos tibios y mantener la vía nasal libre mediante lavados nasales con suero fisiológico. Asimismo, es aconsejable evitar las estufas que producen aire caliente y seco.  
Otra de las medidas que los pediatras aconsejan, una vez cumplido el tratamiento:
  •            Posponer la vuelta a la guardería del niño para evitar nuevas infecciones, ya que parece demostrada una mayor susceptibilidad si la reincorporación es inmediata.
  •            Para mantener la humedad en el ambiente, se puede usar un vaporizador con agua fresca (no muy fría) en la habitación mientras el niño está durmiendo.
  •            Deja que el agua caliente corra en la ducha o en la bañera para hacer que el baño se llene de vapor y siéntate ahí con tu niño en caso de que este esté tosiendo con fuerza y teniendo dificultad para respirar. 

 Y no dudes en llevarlo al médico, es un consejo del 

Equipo de Pediatras del Hospital San Carlos.


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